En esta reflexión trataremos los temas de los ordenadores y las aulas virtuales.
Bien comencemos diciendo que un ordenador para cada alumno muy pocos centros lo tienen son cada vez más los que se unen al progreso tecnológico, pero bien, ¿como poder integrar este arma sin que los alumnos se dispersen?
A menudo nos preguntamos (alumnos y profesores) como sería más eficaz esa búsqueda de conocimientos y como, en el caso del profesor, poder proporcionárnosla. Una de las herramientas es Internet, aunque en otras reflexiones he hecho alusión a él en el tema de que la información no puede ser del todo veraz, también puede ayudarnos con las aulas virtuales.
Un aula virtual podremos utilizarla para, si el profesor la habilita, descargarnos los apuntes, hacer exámenes online, mantener a las familias en contacto con los materiales didácticos aportados al alumno, pero bien es sabido que no todos los centros la tienen, en la mayoría de universidades ,creo que en todas, están habilitadas, son los institutos cada vez más los que se suman a estas tecnologías ayudando así a sus alumnos cada vez mas.
Lo que propongo es que cada aula virtual aparte de sus apuntes correspondientes tengan una serie de actividades de aprendizaje que todas ellas se integren en el día a día del alumno y de la clase propiamente dicha, las que sirvan para previo repaso de los apuntes afianzar los conocimientos clave y así poder desarrollarlos antes de un examen. Su éxito dependerá de muchas variantes como su diseño, motivación que fomente…
Esta actividad pasara por varias fases.
Programas que podemos utilizar serán por ejemplo el hot potatoes, recurso que se contiene de la creación de varias actividades como crucigramas, unir, rellenar los huecos y que tiene como fin que el alumno se percate del conocimiento de forma amena. Otros programas como el Jclic, webquest, ardora…
Como conclusión podemos decir que todo esto está muy bien. Las tecnologías implantadas en el aula, nuevas herramientas para el aprendizaje, pero siempre queda la intención del alumno por aprender y la motivación que le transmita el profesor por ese aprendizaje. También hay que tener en cuenta el impulsar el desarrollo de la capacidad de “aprender a aprender” y la transferencia e integración de los aprendizajes.